Borde

la vida  me vuelve como catarata salvaje

precipitada

libre

la vida me llueve inocente

demorando el momento

gozando

sonriendo

recibo cada minuto sin miedos

caprichosa

torpe

divertida

abrazo estos instantes quien sabe eternos

quizas efímeros

quien sabe la idea es esa

esta duda que no cesa
y me obliga a hundirme en lo tangible

entera

por si acaso

cada día

Soberana

nada que decirte

que no te haya dado

nada que escribir

que no hayas encontrado

nada nuevo por conocer

ningún laberinto

ninguna promesa vana

ningún juego encriptado

solo lisa y habilitada

esta humedad persistente

comprensiva

solo estas ansias

serenas

resignadas

solo mi risa

libre

nuestra vejez

tu celda

mis alas 

Viaje

El cuerpo no existe,  ilusión traspasada de carne que habilitó nuestro encuentro.

El cuerpo no importa, no es. Espejismo curado de miedos infundados y prejuicios ignorantes que esperabas confirmar y temía confirmar, dispersados con la risa. El tiempo se nos vino, tierno. Y ese enorme  pasado de espera, amontonado y entero, se disipó en mí, en vos, arraigándonos, incrédulos, hoy.  Haciéndonos olvidar los imposibles en este fragmento de espacio tiempo nuestro, de nadie, secreto. Desde ayer hasta el instante, desde el presente, a ningún lado. A ningún lado.

Experimentada

Me he sentido enferma estos días
no logro ser parte
este es un  mundo resuelto que corre sin frenos

depuse mis armas hace un tiempo

derramé sangre para saciar las sedes

mi sonrisa es  idiota y terca
me pierdo en mundo inteligente
de desapegos declarados
me aferro

la soledad se me ciñe como hiedra

me reseca

finjo seguir la norma
la ironía

juego a entender las reglas 

me esfuerzo por aprender indiferencia

me la calzo

y muero ahorcada

triste

disuelta

Tropezón

algo  me invita al llanto

que rechazo

esta noche la ignorancia se rebela
ante mi juicio arrogante

me aplasta

devastándome

incrédula

pasmada

sola

Tropezòn

sorpresiva

cómo el frío de estas mañanas

que salgo temprano

helada

como la promesa de invierno que se viene

me pilló distraída

tironeándome

apoderándose de mis pies

hacia arriba

aprovechándose de mi guardia baja

abrazando mi cuerpo entero

adhiriéndose

a cada centímetro de piel

hasta corroerla

para alcanzar mis venas

y circularme

contaminándome entera

infección generalizada

de tristeza

que me acosa 

y me consume

sin tregua

esta noche

necia

Censura

no debo  pensar en sexo
ni  manos
ni labios
no debo pensar en lenguas
ni dedos
ni piernas
no debo pensar en la tibieza
derramada en mí
ni en mi humedad latente
siendo absorbida por una boca insistente
no debo pensar en el peso de un hombre
sobre mi cuerpo frágil
ni en brazos fuertes
envolviendo mis cautelas
no debo pensar en nada que me encienda
porque todo calor de hoy
me lleva a vos
no me desvío
todo incendio es avivado por la curiosidad
de entregarme a tu poder
y por  esa idea persistente
de tu masculinidad en mi vientre
no debo pensar
porque todo puede ser usado en mi contra
ya que todo lo que pienso me lleva a vos
y  vos
mi divague consciente
solamente sos
ese desconocido indiferente
que se queda en la parada
con la mirada ausente
mientras mi ómnibus se va

Exitosa

Sí, soy esa insustancia querible
esa especie asexuada
represento adrede
a la perfección
ese papel que me excluye
de mi ser mujer
que me aleja
que me omite
que me hace invisible
a tus ojos
escondo en el cajón de la coherencia
cualquier rubor que permita que me veas
cualquier celo que permita que me huelas
cualquier ardor que permita que me sientas
devuelvo a mi más subterráneo gesto
cualquier asomo de sensualidad
que pudiese atreverse a incitar tu deseo.
Sí, soy la ternura insulsa
el respeto soso
la sonrisa intrascendente
lo sé hacer
sé que soy eficiente
al vestirme de gris
y sé también
muy bien
que no me ves